martes, 4 de junio de 2013

BICAMPEONAS!!! Doblete en Intersalesianos para despedirnos

No cayó el título de liga, ni un ascenso ni nada similar, pero el bicampeonato ha llegado en el mejor momento posible para enmarcar y colgar el recuerdo de estos 3 años maravillosos para todos. En el cierre de un ciclo. 


Campeonas de los Juegos Intersalesianos y premio al juego limpio, o lo que es lo mismo... ¡Bicampeonas! Algo que, si nadie me corrige, es la primera vez que gana nuestro representado colegio (Salesianos Cartagena) por medio de la EBS. Pero no solamente es de destacar este hecho, no podemos olvidarnos del cómo se ha conseguido. Cinco partidos de 20 minutos bajo un castigador sol, varios rivales federados que en más de una ocasión nos han puesto las cosas difíciles pero que hemos sabido superar con calma y buen juego. También nos ha ayudado el factor "público", creo que nuestra afición ha superado con creces a la de los rivales. Y tampoco podemos descartar la preparación y la planificación del torneo. Me refiero a que hemos sabido llegar en un buen momento de forma y a que hemos puesto de nuestra parte para llegar a los partidos finales con energías habiendo descansado en la sombra durante el torneo etc. Parece una tontería pero el cansancio es un factor clave en estos torneos de un día. Cuando empiezas a cansarte, antes de sentirlo físicamente lo normal es que se manifieste en forma de no pensar con claridad, en la pérdida de la precisión en el tiro, en la precipitación... esos son los primeros indicadores de que el cansancio está apareciendo, luego viene la fatiga muscular y por último los tirones. Pues bien, nosotras de eso nada. 


A las 5:30 de la mañana, en muchos casos habiendo dormido muy poco, embarcamos en 3 autobuses hacia Valencia. A las 9:30 comenzó la inauguración a la cual llegamos justos. Fue llegar, soltar las mochilas a prisa porque teníamos que desfilar. Una vez desfilada la delegación de Cartagena nos sentamos. La organización nos obsequió con una buena ceremonia amenizada por una bonita coreografía representada entre karatecas y bailarinas bien guarnecida, como no podía ser de otra manera en Valencia, con una "mascletá" de fuegos artificiales. Son esas cosas las que dan "entidad" a los torneos. Una hora después debutábamos contra Villena (nuestras verdugos del año pasado pero que les faltaban jugadoras). Nos costó entrar en el partido y se notaba que no teníamos una activación muy elevada, ganamos de aquella manera gracias a la inspiración de Andrea. El resto de la mañana la echamos viendo a otros equipos y reconociendo el colegio San Antonio Abad. Comimos pronto, algunas a las 12:30 y otras a la 13:00. Nuestros padres con el chiringuito bien montado con sombrillas y demás avatares nos aseguraban siempre una buena sombra. Era fácil reconocerlos entre la muchedumbre por sus inconfundibles estandartes "aparaguados", es decir, ¡por las sombrillas de playa!. Con las pocas sombras que había, cualquier centímetro de umbría era deseado como el oro. En ese tiempo nos cambiamos de ropa y nos pusimos "la roja" que dirían los periodistas. A las 14:35 nos medimos con Zaragoza. Se notó cierta mejoría y conseguimos la victoria de manera más clara. A penas una hora después jugamos contra las anfitrionas (Valencia San Antonio Abad "equipo B"). El partido parecía asequible pero resultó todo lo contrario, nos metieron un parcial que no recuerdo pero que casi nos doblaban en el marcador, algo así como 6-13. Supimos pararlas y gracias a nuestro largo banquillo pudimos remontar y ganar con solvencia, pero ya digo, no sin dificultades. Era el momento de Cristina, Mireya, Noelia, Laura y Victoria. En cambio Juana y Lucía (y no recuerdo si María Lorente) se quedaron sin jugar porque el partido no estaba para muchos cambios. Por suerte el último partido de la fase de grupos, que fue contra Ibi, se pudo romper rápidamente y darles muchos minutos a estas jugadoras, que incluso anotaron algunas canastas. Las jugadoras de Ibi nos preguntaban que por qué eramos tan altas (buena pregunta). Con eso nos clasificamos para la final. 


Mientras tanto, en el otro grupo Burriana vencía en un partido a cara de perro a los anfitriones y favoritos (Valencia San Antonio Abad "A"). Estuve de espectador de ese partido y vi en Burriana un equipo que me recordaba a Mazarrón o Archena. Un equipo guerrillero que basa su juego en el físico. Sin grandes talentos individuales pero con mucho corazón y vocación defensiva. Me dio miedo, no lo voy a negar. Encima luego vi que le habían metido solamente 18 puntos en todo el torneo y me entró el cangüelo. Nosotras no habíamos mostrado un nivel así en todo el torneo. Estábamos ganando por destellos de calidad de nuestras jugadoras punteras, pero no terminaba yo de ver una energía en nuestro juego que me dejase tranquilo. Habría que ver qué ocurría.


Las finales se ganan en pequeñas "batallas". La primera de ellas fue que justo antes de empezar el partido, me di cuenta de que el factor "deslumbramiento por sol" podría ser clave y le dije a las niñas que empezaran a calentar en la canasta que estaba de cara al sol para que nosotras atacásemos de espaldas al sol. Como todos sabemos, normalmente se ataca en la canasta que se calienta. Nosotras conseguimos una pequeña victoria ahí. También ganamos la batalla de la motivación (tener más ganas de ganar que el rival). Sabía que podía ganarme a las niñas hablándoles de que es nuestro último partido, de que cerramos un ciclo maravilloso con ese partido etc. En el punto álgido de la charla pre-partido les dije a las chicas: "...Cuántas veces nos hemos visto en esta situación. Un partido decisivo que sabemos lo que tenemos que hacer para ganar, que lo tenemos todo de nuestro lado... y al final se acaba perdiendo. ¡Cuántas veces!. Mazarrón, Cartagena... cuántas veces hemos vuelto a revivir esos partidos en nuestra cabeza y a pensar: -y si hubiese metido aquella canasta fácil, y si hubiese defendido con un poco más de intensidad, y si no hubiese cometido un fallo tonto-... pues bien, HOY ES EL DÍA PARA CAMBIAR ESO y hoy vamos a ganarlo porque vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano por el equipo para traernos la copa que tantas veces se nos ha escapado. No importa quién falle, no importa quién meta los puntos o coja los rebotes. No sabemos si esta oportunidad va a volver. Chicas, ¡¡¡ahora o nunca!!!". Y así comenzamos el partido. Sabía que algún efecto tenía que tener mi charla. Las he hecho mejores pero más o menos notaba que me las había metido en el bolsillo. Cual fue mi sorpresa cuando empezó el partido que empezamos a jugar como nunca antes. Con una concentración y una motivación y una entrega exquisita. Era una auténtica pesadilla para Burriana que en ningún caso, después de haber ganado a las anfitrionas en un partidazo se esperaba perder la final desde el primer minuto con un vendaval de baloncesto. Les costaba pasar de medio campo y perdían los balones en pases malos. Estaban bloqueadas y nuestras jugadoras enchufadísimas. Ya digo, nunca las he visto así durante 20 minutos seguidos. El ejemplo más claro fue Isa que, habiendo hecho un torneo bastante regular, sacó su casta y se creció haciendo un auténtico partidazo. Se echó al equipo a la espalda y rompió el partido, así como en otros partidos lo habían hecho otras. Esa es la grandeza de este equipo. Cuando una no tiene el día lo tiene otra y todas se apoyan. Eso es lo que debe mantenerse, que nadie está por encima de nadie. Es lo que le hace diferente a este grupo. Es lo que nos hace verdaderamente peligrosas para los rivales, que nadie tiene 8-9 jugadoras para frenarnos a todas las nuestras, siempre encontramos el punto débil del rival en los emparejamientos 1 contra 1. A veces es por altura, a veces es por fuerza, a veces por talento, otras por velocidad y otras por sacrificio pero siempre por algo. 


 Bueno, vuelvo al tema. Todas jugando en su mejor versión y sacrificándose por el equipo. Situación soñada. Cada robo y cada canasta era celebrado por todos como si fuese la última. Al final del partido jugamos un poco con el marcador haciendo ataques lentos para garantizar que si rotábamos el banquillo el otro equipo no nos ganase en un "arreón" final y ya de paso ralentizar el juego. Y así pasó. Ganamos la última batalla a las que me vengo refiriendo, que era la del marcador. Victoria merecida, fiesta, alegría, ilusión, nostalgia, los padres invadiendo la pista y manteando a los entrenadores con las niñas, baño colectivo de agua etc. Después nos calmamos un segundo y felicitamos al rival. En sus caras llorosas vimos reflejada la importancia de lo conseguido. Un título que aunque es de un torneo, no deja de ser un título. Competimos contra 8 equipos: Zaragoza, Burriana, Ibi, Villena, Alcoy, Valencia San Antonio Abad (por partida doble) y Alicante. Todos han dado lo que tenían para ganar y hemos tenido la suerte de conseguirlo nosotras. 


El premio que nadie se esperaba era el del Juego Limpio. Al parecer, en cada partido en la mesa estaban unos chicos que se encargaban de evaluar a los equipos. Después de cada partido les ponían una nota de juego limpio y al final ganamos nosotras. Cuando fuimos a recoger el trofeo la organización nos dijo que el trofeo normalmente se da a un equipo que no queda ni primero ni segundo, a lo cual yo respondí que no me parecía correcto que nos hubiesen nombrado por megafonía varias veces como ganadoras de ese premio y que a la hora de recogerlo (como habíamos ganado) no nos lo quisiesen entregar. Finalmente la organización aceptó su error y nos dieron el trofeo que por derecho nos habíamos ganado. Doble satisfacción.


En la ceremonia de despedida (mucho más austera que la de inauguración) estuve todo el rato  emocionado pensando en la lectura que podía sacar de todo lo que había pasado y lo bonito que era haberme despedido contribuyendo a ganar estos trofeos. Qué bonito fue ver la cara de Laura (nuestra capitana) recogiendo el trofeo de campeonas ante el aplauso generalizado y gritos de Cartagena! Cartagena! y la canción de Queen - We Are The Champions. En el autobús de vuelta pensaba que qué buen sitio es Valencia para ganar un torneo interprovincial. Qué bien sienta ganar y encima con juego limpio. Miraba por la ventana del autobús mientras salíamos de la ciudad al atardecer y me sentía satisfecho del trabajo realizado cuando miraba las dos copas. Dejo el equipo muy orgulloso del equipo que he ayudado a construir. 


Hoy cierro el blog, no hay por qué esperar a más, el trabajo está hecho. Si alguna vez leéis estas líneas dentro de unos años espero que hagáis memoria de los momentos buenos y hayáis olvidado los dolorosos porque al final es en lo que consiste la vida, en acumular recuerdos buenos y desechar los malos. Estamos unidos por el baloncesto y en el camino nos encontraremos de nuevo, de eso estoy convencido. Nunca os agradeceré suficiente lo que me habéis aportado padres y jugadoras estos 3 años. Habéis sido mi primer equipo como entrenador federado y yo para la mayoría el primer entrenador federado, hemos ganado nuestro primer Intersalesianos juntos y hemos cerrado juntos vuestro ciclo de minibasket. Nuestra relación ha traspasado la de simple entrenador-padre o entrenador-jugadora. Todos hemos puesto cosas que no teníamos por qué ponerlas pero lo hemos hecho porque hemos querido y eso ha resultado muy agradable para todos, pero sobre todo para las niñas. Ahora tanto a vosotras como a mí nos esperan nuevos retos. Espero que me recordéis con una sonrisa y que seáis muy felices y hagáis felices a los demás en la medida que podáis.

Aquí, un amigo de por vida.













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